Crítica de ‘Los hombres libres de Jones’ (Gary Ross, 2016)
Estimulante recreación de época y recuperación de un personaje histórico que reivindica la interminable lucha por las libertades civiles.
12 años de rebelión
En el cine es frecuente acudir a episodios de la Historia que tienen un reflejo en el momento actual. El cine no es Historia, no se puede esperar fidelidad sobre unos hechos, sino más bien fabulación, reconocimiento o especulación sobre cómo fueron.
El reconocimiento a la persona de Newton Knight y lo que sucedió en el Condado de Jones del estado de Misisipi durante la Guerra de Secesión es lo que ha motivado al guionista y director Gary Ross a trabajar 10 años hasta lograr hacer Los hombres libres de Jones. No es para menos, porque la historia de Knight es realmente singular y tiene proyección en la actualidad, con las heridas de una crisis aún abiertas y los recientes conflictos entre policía y población negra.
No es de extrañar que a Ross le interesara Knight cuando supo de su existencia, interés que se redobló al comprobar la escasez de bibliografía sobre él. También porque Ross se ha interresado en toda su filmografía por estos héroes anónimos que, sin grandes virtudes, perciben e incluso lideran un cambio social. Esa rasgo está en los guiones que le hicieron conocido, Big (Penny Marshall, 1988) y Dave, presidente por un día (Ivan Reitman, 1993); y también en su notable paso a la dirección con Pleasantville (1998), Seabiscuit (2003) e incluso la muy popular Los juegos del hambre (2012). Todas ellas relatos donde un individuo anónimo se ve superado por unas circunstancias adversas y su honestidad de persona corriente le hace superarlas.
Knight podría decirse que es la quintaesencia de ese modelo: un desertor que encabeza a un grupo de esclavos negros y minifundistas para rebelarse contra la jerarquía militar y su abuso al recaudar impuestos. Si bien el guión de Ross se toma licencias para resaltar al protagonista, ya que dicha rebelión sobrevino por la ley que obligaba a los pequeños terratenientes sin esclavos a combatir mientras que los esclavistas más ricos no lo hacían, su peripecia está bien revelada. Además, hay un hecho que probablemente enamorara a Ross por encima de sus héroes anteriores. Knight no se había quedado en un simple guerrillero sino que, una vez liberado el Condado de Jones donde vivían, creó un estado igualitario sin racismo ni diferencias de género, adelantándose más de 100 años a lo que sería la democracia americana. La propia esposa de Jones, Rachel, una negra liberada, heredó las tierras de Knight y fue una de las primeras terratenientes de los Estados Unidos.
Cartel y fotos de ‘Los hombres libres de Jones’ con Matthew McConaughey