Toda industria tiende a repetir sus productos de éxito. La del cine norteamericano también. A raíz de los movimientos antimilitaristas surgidos durante la guerra de Vietnam nació un subgénero cinematográfico que mostraba las consecuencias sufridas por los soldados al incorporarse a la sociedad civil. Quizá sea Taxi Driver (Martin Scorsese, 1976) la cinta más representativa mostrando los problemas psicológicos y el vacío social provocado tras las experiencias militares.
El francotirador (Clint Eastwood, 2014) exploraba magistralmente la experiencia de uno de esos soldados desde su vocación inicial hasta su trágico desenlace, pasando por su principal aportación: la ausencia de épica cuando alguien cree simplemente que está cumpliendo su predestinación. Su guionista, Jason Hall, repite ahora un guión parecido basado en la novela Thank You for Your Service de David Finkel con el que debuta en la dirección.